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POR UNA COMUNICACION POPULAR

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jueves, diciembre 08, 2016

FARSANTES


FARSANTES

(Farsante: Que finge lo que no es o no siente. Diccionario de la Real Academia Española)

En estos días se cumple el primer aniversario de la asunción del gobierno de Mauricio Macri y la alianza “Cambiemos”.
Muchos recordarán y algunos no querrán hacerlo, las promesas de campaña. “Vamos a generar un millón de puestos de trabajo”, “Vamos a eliminar el impuesto a las ganancias”, “Fútbol para todos va a seguir, pero sin propaganda política”, “Un millón de créditos hipotecarios de ANSES”, “Urbanizar 100 villas miserias y asentamientos por año”, “Administrar bien Aerolíneas Argentinas para que siga siendo estatal”, “Contribuir a la meta de una Argentina con pobreza cero”, “Evitar que el dólar supere los 15 pesos”.

Con seguridad se pueden agregar muchas más a esta somera enunciación. Soy consciente que en un año de gobierno, no pueden realizarse todas. Pero sí es posible vislumbrar la construcción del rumbo económico, político y social que allanen el camino y aporten elementos para lograrlo.
Luego de transcurrido este tiempo, analizando las políticas implementadas, y las consecuencias presentes y a futuro de las mismas, nadie puede asegurar que van en el sendero de las promesas realizadas. Sino todo lo contrario.

Si a este panorama de la realidad le sumamos la palabra de los funcionarios, los discursos del presidente y las respuestas de cada uno de los integrantes del gobierno a las preguntas del “periodismo independiente”, no del “periodismo militante” porque en pleno ejercicio de “la libertad de expresión” no tienen acceso a “queremos preguntar”, se puede concluir que tenemos un gobierno de farsantes.

Hay quienes contribuyen, sin ser parte del gobierno, a sostener la farsa ideada en los laboratorios de asesores de imagen:

“Los medios de comunicación fungen como diseñadores de un paisaje semántico que gran parte de la sociedad naturaliza. Difunden mensajes que la realidad no avala, pero es aceptada como verdad y es reproducida sin pensar, analizar ni comprobar. Mucho menos cuestionar.” (“Artificios”- Blog Cuestión Cultural)

No está en duda que el gobierno ha sido elegido de manera democrática (en función a las promesas realizadas y las expectativas que estas crearon en la sociedad) y que lo fue de manera legal. Sin embargo:

“Asistimos a un gobierno legal en su origen, que se va deslegitimando en el ejercicio del mandato. Por no cumplir lo que le prometió a la sociedad antes de ser electo. Por no respetar las leyes, ni los tratados internacionales incorporados a la Constitución Nacional, que también es sistemáticamente violada. Con la complicidad de quienes deberían ser los custodios de la constitucionalidad de los actos de gobierno.” (Ibídem)

Admito que hay quienes no acepten que este es un gobierno de simuladores (Simular: Representar algo, fingiendo o imitando lo que no es) pero hay hechos que lo afirman a los gritos:

“No hay registro de un presidente que deba recurrir a la contratación de extras para simular viajes en colectivo o subte; para actos escolares. Tampoco que el primer mandatario inaugure como propias obras que ya lo fueron por la administración anterior. O que anuncie inversiones que ya fueron anunciadas por el gobierno que lo precedió.” (Ibídem)

Todo lo denunciado en las líneas precedente, no hubiera podido sostenerse sin la complicidad, aquiescencia, cooperación y/o participación de otros integrantes de la sociedad:

“Lo lamentable, es que hay un significativo número de dirigentes políticos, sindicales, judiciales y clericales que colaboran con esta puesta en escena que encubre el saqueo al patrimonio nacional que está llevando a cabo el gobierno.” (“Encantamiento”- Blog Cuestión Cultural)

Esta nota sólo pretende ser un ayuda memoria, que ojalá ayude a quienes describo en el último párrafo, a que recuperen la dignidad de servir al pueblo que los puso (de manera directa o indirecta) en los cargos que ostentan y no sigan contribuyendo a la destrucción del tejido social de solidaridad que tanto costó reconstruir luego de la dictadura genocida que masacró a una generación de argentinos y se robó la identidad de sus hijos.

Daniel Mojica

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