ACERCA DEL FRAUDE

ACERCA DEL FRAUDE

La democracia es atacada y puesta en tela de juicio por quienes hasta hace muy poco pretendían dar lecciones de republicanismo y buenas costumbres. Parece que como la realidad no es como ellos se la imaginaban cuando auguraban un fin de ciclo inminente motorizado por la catarata de denuncias nunca comprobadas por carecer de sustento del francotirador nocturno de los domingos.
Cuando no eran bolsos tan cargados de dinero mal habido que había que pesar en vez de contar los billetes. Eran cuentas inexistentes allende nuestras fronteras. Que en un infernal círculo vicioso las falsas denuncias se paseaban por la inmensa cantidad de medios que poseen las corporaciones mediáticas y financieras. De tal suerte que en las primeras horas de la mañana de cada día circulaban por los oídos y las retinas de la desprevenida población.
Ahora es el turno del fraude. Fraude. (Del lat. fraus, fraudis). 1. m. Acción contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica a la persona contra quien se comete. 2. m. Acto tendente a eludir una disposición legal en perjuicio del Estado o de terceros. 3. m. Der. Delito que comete el encargado de vigilar la ejecución de contratos públicos, o de algunos privados, confabulándose con la representación de los intereses opuestos. (Diccionario de la Real Academia Española)
No creo equivocarme si sostengo que la definición 1, le cabe como anillo al dedo a las denuncias lanzadas con el único fin de enlodar gratuitamente y sin fundamento alguno a funcionarios, dirigentes políticos y personas del espectáculo que no son del agrado de quien se erigió en “protector” de una democracia que no practica. Fraude es engañar a sus lectores y televidentes con la complicidad de las empresas que le dan su publicidad para que sigan mintiendo de manera descarada.
La definición 2 no está lejos de alumbrar la actitud del monopolio mediático logrado con prácticas cercanas a las que tan bien reflejó Francis Ford Coppola en la saga de “El Padrino” cuando utiliza a esa parte del poder judicial que tiene en sus manos para no cumplir con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
La definición 3 ilustra de manera llamativa las prácticas del actual jefe de gobierno porteño y candidato del sistema de poder a las próximas elecciones presidenciales. Cuando no hace nada para terminar con los talleres clandestinos en su territorio (incluido el de su esposa). Cuando mira para otro lado en las obras de construcción que ocasionaron pérdida de vidas. Cuando otorga contratos millonarios sin licitación a amigos y dirigentes de su partido. Cuando posibilita en su distrito que florezcan cuevas que favorecen el lavado de dinero.
Eso sí que es fraude. Ahora, para ganar elecciones se necesitan propuestas claras que beneficien a las grandes mayorías. No a los negocios que vacían las arcas del estado y atentan contra las fuentes de trabajo y los salarios de los argentinos. Eso no sólo es fraude, deberían ser delitos de lesa humanidad.

Daniel Mojica