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POR UNA COMUNICACION POPULAR

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domingo, febrero 08, 2015

ACERCA DEL SILENCIO



ACERCA DEL SILENCIO

Una emblemática consigna lanzada durante la genocida dictadura cívica, militar y mediática, rezaba “El silencio es salud”. Tal vez una solapada manera de decir “el que protesta muere” a una sociedad convertida en coto de caza de asesinos, violadores, torturadores, ladrones de bebés y criminales de toda laya.
Sociedad que no contó con el auxilio de un Poder Judicial atento a las sistemáticas violaciones a las leyes nacionales e internacionales, que además ignoraba los habeas corpus presentados por familiares que denunciaban los hechos.
Tampoco la ciudadanía tuvo de su lado a los medios de comunicación para que se hicieran eco de las denuncias sobre desapariciones y otras violaciones a los derechos humanos. Salvo contadas excepciones.
Esa trama de connivencia entre represores, sectores del poder judicial y medios de comunicación que devinieron hegemónicos ha persistido luego de la recuperación de la democracia en 1983. Se ha consolidado en su impunidad constituyéndose en el sistema de poder que condicionó y extorsionó a la democracia durante los primeros veinte años de su recuperación.
En la actualidad el pueblo se dio un gobierno que en sus doce años de ejercicio no cedió a las extorsiones y recuperó parte del poder sustraído al Estado.
El sistema construido sobre treinta mil militantes políticos desaparecidos y más de 400 de sus hijos cuya identidad fue robada, falseada y ocultada en alianza con factores externos que promovieron y apoyaron a la pasada dictadura genocida, no tolera la independencia de un gobierno democrático que responde sólo al interés nacional y la voluntad popular expresada en el voto.
Gobierno que no se somete a intereses ajenos en el ajedrez de la geopolítica internacional.
Esa valentía institucional tiene sus costos ante una política que se rige con códigos mafiosos. Entre esos costos se encuentran la cantidad de operaciones de desestabilización económicas, financieras y políticas.  Cuyo fin es sacar de la escena cuanto antes al gobierno democrático con mayor apoyo popular y legitimidad de que se tenga memoria.
Como en la zaga de “Don Corleone”  cuando los otros métodos fallan la muerte hace su entrada.
Sobre ella y alrededor de ella el sistema de poder buscará cumplir su cometido golpista. Entonces, uno de los antiguos socios de la trama conspirativa remedando, quizás con nostalgia. la vieja consigna de los genocidas, convoca a una “Marcha de silencio”.
La dirigencia opositora que se sumó como corifeo a cada movida desestabilizadora ¿se plegará a este nuevo intento golpista disfrazado de repudio a una muerte que es funcional a la conspiración?
¿Dará ese paso crucial de militancia antidemocrática?
El pueblo ya no tolera este tipo de atentado a su soberanía.
Tal vez sea hora de salir a la calle en defensa del gobierno que elegimos.

Daniel Mojica



1 comentario:

Michael Madison dijo...

Excelente post. Gracias.

Hace ya rato que es momento de salir a la calle. El golpe está en marcha. Debemos pararlo. Que esta vez no nos venzan.