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POR UNA COMUNICACION POPULAR

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viernes, octubre 24, 2014

VALORES CULTURALES



VALORES CULTURALES

Somos parte de una sociedad en que las redes sociales parecen ser la nueva realidad incontrastable para algunas personas. Tal vez sea consecuencia del trabajo de construcción de sentido que los medios hegemónicos han desarrollado desde que son múltiples y simultáneos sus canales de difusión. Debido a esta desproporción es que las desmentidas, la demostración de que muchas supuestas noticias que difunden la mayoría de las veces no se corresponden con la verdad, no tienen la misma fuerza que las aviesas tergiversaciones, falacias y mentiras propaladas. En consecuencia si alguien sube algún comentario en la red, no hace falta confirmación alguna. Se la toma como un hecho, aunque nadie lo pueda comprobar. Quizás obedece a la misma lógica con la que hace algún tiempo se decía “si no salió en televisión, no sucedió” o lo que es lo mismo, o tal vez peor: “si lo dice la tele debe ser verdad”. Este hecho lo conceptualiza Ignacio Ramonet (en “La tiranía de la comunicación”) como que el nuevo sistema de comunicación acredita la ecuación “ver es comprender”  y agrega que sólo se puede comprender con la razón, que no se comprende con los ojos ni con los sentidos.  
Según el mismo autor otro aspecto que se ha transformado es el “propio principio de la actualidad”, porque hoy está marcado por “el medio dominante”. Si este medio dominante afirma algo y lo determina como actualidad el conjunto de los medios se hará eco (fundamentalmente los que pertenecen al mismo grupo hegemónico) entonces para todos es verdad.  Por lo que Ramonet concluye  “que el propio concepto de verdad” ha sido transformado. Por ende “si la prensa, la radio o la televisión dicen que algo es verdad, eso es verdad incluso si es falso”.
Sobran los ejemplos en ese sentido. Basta con hojear uno de los diarios de mayor difusión de los últimos años para comprobar la cantidad de mentiras, falacias y tergiversaciones que hasta han debido ser desmentidas por autoridades de países extranjeros. Pero la desmentida nunca tiene la misma difusión.
Este es el contexto en el que deben leerse las declaraciones del conductor recientemente distinguido por la legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como personalidad destacada de la cultura.  Cuando dijo: “Parece que el vamos por todo es incluso, ir por tu vida. Parece que el diálogo no existe” aludiendo al gobierno. Algunos comunicadores parecen no darse cuenta de la responsabilidad que significa tener un micrófono, o tal vez no les importe incitar a la violencia de esa manera, porque agregó: Parece que te tienen que cagar a trompadas hasta que te des cuenta que sos enemigo y que con el enemigo no se negocia". Esta fue la respuesta de Marcelo Tinelli a supuestas o reales amenazas que recibió por las redes sociales.
Supuestas, porque no puede afirmarse de manera fehaciente que quien las haya producido sea alguien del gobierno o simpatizante del mismo. También se puede llegar a suponer que pudo ser parte de una operación a la que el multimedios es muy afecto, para generar una vez más un clima de temor en la sociedad.
No sería ilógico pensar que alguien del mismo entorno de la corporación mediática o algún allegado al mencionado conductor haya adoptado “la personalidad kirchnerista” para llevar agua hacia el molino del descontento que tiene el afamado conductor por su frustrado desembarco en “Fútbol para todos”.  
Cuando se tiene una cuota importante de poder (aunque los que lo tienen nos quieran hacer creer que son “el más débil”) se está muy cerca de sentirse impune.
Si no que lo digan los participantes (ya sean bailarines o jurados) del popular programa que se emite por el canal de Constitución. Que deben soportar todas y cada una de las “ocurrencias” de quien conduce.
Bajo pena del escarnio público ante las mismas cámaras o irse del programa si no aceptan “democráticamente” ser degradados por la pantalla de la tele.
Pero bueno, este programa que “dignifica y enaltece la figura de la mujer argentina” con su trato respetuoso y para nada cosificante ha sido distinguido, bien que de manera indirecta por promover los valores culturales de los argentinos.
¡Mamadera! Como diría un directivo del mismo canal.

Daniel Mojica
 

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