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POR UNA COMUNICACION POPULAR

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martes, noviembre 02, 2010

LAS MENTIRAS Y EL PORQUE

DIFERENCIAS QUE SE OCULTAN Hay una sustancial diferencia, entre “morirse” y “dar la vida”. Esa diferencia, entre otras tantas cosas, es lo que pretenden escamotear los piratas informativos. Les llamo piratas, porque tratan de tomar por asalto nuestra inteligencia, yendo al abordaje dispuestos a arrasar con la decencia, la honestidad y con los hechos comprobables de la realidad. Vamos a la diferencia. Morirse, es lo que acontece al final de cada vida sin que podamos hacer nada por evitarlo, e independientemente de lo que hayamos hecho con nuestra vida. En cambio, dar la vida, implica un profundo compromiso con la vida propia, y sobre todo con la de los “otros”. En especial los “otros” más desprotegidos. Esto no significa, que alguien se levanta un día y dice “voy a dar la vida por los otros”. Sino que es la consecuencia de una actitud frente a la realidad. Frente a los hechos de la vida. Uno puede instalarse en el lugar al que llegó y dejar que la vida, la realidad, transcurra. También, uno puede plantarse desde ese lugar y tratar de poner sus ideas en acto. Desplegar los sueños que fue capaz de tener y tratar de hacerlos realidad. De trabajar en pos de la concreción de esos sueños. Creyendo empecinadamente que pueden hacerse realidad. Esta es la especial sintonía que tienen algunos seres: la relación con el mundo que los rodea desde esa sensibilidad que los hace diferentes. Muy diferentes. El signo que los distingue es su entrega sin condicionamientos a la meta que se propusieron. Esa entrega, muchas veces es la de la propia vida. No es casualidad que estos piratas de la información, entonces, traten de esconder, de escamotear, de tergiversar la diferencia entre “morirse” y “dar la vida”. Sobre todo, luego de presenciar esa tremenda marea juvenil que fue a manifestar su compromiso con quien llegó a dar la vida, para no dejar sus convicciones en la puerta de la casa rosada. Es que la semilla sembrada para que florezcan esas miles de flores que se están viniendo, asusta a los indignos. Daniel Mojica

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